El Calentamiento Global, las Hidroeléctricas en Aysén, la Contaminación del histórico río Mataquito, los Cisnes de Valdivia y, por supuesto, Pascua-Lama son sólo algunos de los titulares medioambientales que han rondado en los medios de comunicación en los últimos meses. Imagino que a esta altura del partido todos estamos de acuerdo en la necesaria protección del medio ambiente, el ¿debemos proteger? se encuentra para todos como resuelto. Entonces partimos desde esa premisa básica, que en este artículo gana la calidad de verdad absoluta y presunción de derecho. El tema en ese aspecto no es debatible ni cuestionable, lo que sí puede y debe ser objeto de sana discusión es el por qué proteger y el cómo proteger.
El por-qué-proteger se enmarca en el ámbito de la ideas, de las causas y de los fines. Ilumina la razón y constituye la meta final de toda regulación, son los “principios”, pero también son los “finales”. El por-qué-proteger es de respuesta diversa y necesariamente será mutable conforme vayamos analizando los intereses y las inquietudes de cada individuo o grupo social. Colocar de acuerdo sobre este tramo a una indígena originario, a un magnate conservacionista, a un pescador artesanal o a un romántico ecologista sobre el por-qué-proteger sería tan difícil y utópico como inútil. Difícil y utópico porque cada mirada de aquellos individuos (personales o colectivos) son diferentes, pues la naturaleza humana misma se soporta sobre el concepto de diversidad. Inútil, asimismo, porque no existe beneficio que reporte el poder convencer a una Sara Larraín de los fundamentos que tenga Tompkins para el proteccionismo de la naturaleza. No es bueno homologar en ese sentido. Estos diferentes grupos reman hacia el mismo lado, pero en embarcaciones distintas, algunas de fibra de vidrio otras de madera nativa, por lo que el por-qué-proteger es un tema resuelto para ellos.
Para quien el tema dista mucho de tener un punto final es para la señora Juanita, la misma dama famosa que los políticos no dudan en esgrimir. Me refiero con ello a los individuos urbanos, a la masa social chilena. Ni siquiera a la clase media ni a la baja, pues a alienación del tema ambiental cruza los parámetros socioeconómicos. No sólo en Vitacura dejan las luces prendidas y el agua corriendo, sino que también en La Bandera las 4 teles se mantienen prendidas durante todo el día. Son a ellos a quienes se les debe enfocar la pregunta del por-qué-proteger, cobrando relevancia la amplia gama de ofertas de ideas que los individuos citados en el párrafo anterior se cansan de mostrar. A mi me gusta abordar el por-qué-proteger desde un punto de vista económico, de que es factible el crecimiento de país con un adecuada protección del medio ambiente, es decir, de que el desarrollo sustentable es posible y no una mera abstracción de economisistas y fanáticos religiosos. Me parece cercano a la gente -y sano por lo demás- invitar a conocer la protección ambiental como una inversión a futuro y no como una traba para desarrollo económico nacional. En el fondo, creo que el plan de invitar a plantar plantitas tiene un límite etareo, por sobre el cual resulta poco influenciador y, paradójicamente, infértil.
La relevancia del por-qué-proteger en la población urbana, en el chileno medio, trasunta el hecho de crear una conciencia proteccionista no fanática (como se ha dado hasta hoy), que signifique un cambio de visión en la protección del medioambiente, que no sea visto, en fin, como un acto solidario o de conciencia social, sino como un acto productivo y finalmente útil. Protejo porque me sirve y no porque quiero ser mejor ciudadano y ganarme el cielo en ello. Utilitarismo en el más puro sentido de la palabra.
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4 comentarios:
Estoy de acuerdo contigo david.
Creo que el cuidado del medio ambiente, tiene que partir del individuo como un deseo propio, con un fin útil a él.
Nacer de su propia consciencia y sentirse bien con ello.
El tema es que como país educador en proteccion del medio ambiente, estamos muy en pañales también en políticas gubernamentales efectivas de protección del medio ambiente...
aún nos falta tanto...
Hay tantos temas de qué preocuparse (pobreza, salud, educacion) y que pueden dejar al medio ambiente en tercer o cuarto lugar..
el medio ambiente es un tema, que para ningun govierno es tema, la unica forma es agarrar a los futuros lideres desde pequeñitos...
por eso arriva el movimiento scouts!!!
Es muy cierto Marco..
es muy muy cierto lo que dices..
educar desde pequeños..
Hola David, déjame decirte que admiro mucho tu forma de escribir, eres un "literato nato".
Con esta reflexión, has dado en el clavo!...nos llenamos la boca diciendo que los chilenos somos ¡TAN solidarios!...pero no es así...el Padre Hurtado dijo: "dar hasta que duela", en cambio nosotros decimos: dejamos de dar, cuando nos empiece a doler...
Es muy inteligente plantear el tema de la contamincación como un beneficio personal (más a mediano-largo plazo, claro está!)... obviamente así es mucho más fácil de asimilar como un "problema de todos"...
Carolina Vega
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